En la tranquilidad de la noche, casi toda la gente duerme y muy pocos saben lo que pasa.
Pero el mundo no está quieto, sino que suceden muchas cosas de las que son testigo, la luna, las estrellas… y yo las noches que lograba mantenerme despierto y mirar por la ventana cuando era pequeño. Así es como descubrí miles de historias con animales curiosos, monstruos miedosos, dormilones roncadores, ruidos extraños… y bostezos.